El pozole se preparaba desde la época prehispánica, era un caldo “Pozotl” que los indígenas hacían mezclando el maíz (Cacahuazintle) con agua, al que le adicionaban carne de xolochcuintle o venado. Se dice que era uno de los platillos que se presentaba al emperador Moctezuma para comer y era uno de sus preferidos.
La historia oscura del pozole
Existen algunas versiones que hablan sobre un pasado "oscuro" del pozole, donde mencionan que era una comida ritual que incluía la carne de los prisioneros de guerra.
En esta historia se explica que el pozole se trataba de una ofrenda gastronómica que estaba dirigida para el dios de la primavera, a quien se le pedía un tiempo de buenas cosechas. El maíz era preparado con carne humana, por lo que era un alimento sagrado y de gran significado.
Un guerrero debía capturar a un enemigo de su mismo rango en el campo de batalla. Ya capturado el enemigo, el guerrero victorioso regresaba a México Tenochtitlán, mientras que al cautivo se le trataba con todos los honores, pues de este modo se impregnaba con el tonalli (calor solar) de su captor, que cumplía con el deber a sus dioses, gobernante y gremio.
Posteriormente, el cautivo se ofrendaba como sacrificio a los dioses con del derramamiento de su sangre, altos mandos se encargaban de sacarle el corazón, que se ofrecía al dios ya mencionado. Su cadáver era rodado por la escalinata del templo y el guerrero captor lo recogía para llevarlo a su casa y ser preparado para el pozole.
Como parte del ritual el guerrero compartía con invitados especiales y su amplia familia del calpulli o su clan. Sin embargo, el guerrero no podía comer de su víctima.
Además, la carne del muslo se reservaba para enviarla al tlatoani, donde se cocinaba dentro de los menús de 30 guisados diferentes presentados en 300 platos para el deleite del gobernador.
Con la llegada de los conquistadores, el pozole dejó de ser un platillo ritual con una importante substitución de ingredientes, luego de que la carne humana fuera rotundamente prohibida por los evangelizadores, por lo que se reemplazó la carne humana por carne de puerco, guajolote y pollo.
Debemos tener nuestras reservas con esta "oscura" versión, ya que no se tiene evidencia de prácticas de consumo de carne humana en los códices prehispánicos, además los conquistadores inventaban muchas historias de barbarie para justificar las propias cometidas durante la evangelización.
Pozole, platillo inteligente y saludable
Contrario a lo que muchos pensamos, que el pozole no es muy saludable y nos hace engordar por ser un platillo con alto contenido calórico, en realidad se considera un platillo inteligente. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se ha encargado de desmentir nuestra teoría e indicó que el pozole es saludable y que contiene todos los nutrientes que se requieren para tener una comida saludable y equilibrada.
El pozole integra productos de diferentes grupos de alimentos que en sí mismo aporta todos los nutrimentos que nuestro cuerpo necesita, como el maíz que es un cereal y aporta carbohidratos, la carne que aporta grasas y proteínas y las verdura de complemento (lechuga, cebolla, rábano, orégano y chile).
La recomendación del IMSS es comer una taza y media de pozole, algo así como 100 gramos aproximadamente, los cuales puedes acompañar con 60 gramos de carne y verdura al gusto o sea tanta lechuga, rábano, cebollita picada, chile y limón como queramos
RECUERDA -->> "Una cazuela de #pozole no engorda, engordas tú si te comes dos".