Mostrar flexibilidad y brindar opciones a tus clientes, ayudara a que tus comensales se sientan como en casa y escuchados.
Por ejemplo, si alguien no le gusta alguno de los ingredientes del plato del día, ofrecérselo sin ese ingrediente o sustitúyelo por uno de su agrado; ofrece varias opciones como guarnición para que puedan seleccionar las que más les gusten; a la hora de elegir los postres, también ofrece opciones para compartir, algunas veces quedan satisfechos para un postre completo pero quisieran cerrar con algo dulces, esta es la opción... es mejor vender uno que ninguno.
¿Habías considerado estas opciones? Si tienes alguna otra sugerencia compártela en los comentarios.