Una de las ventajas de salir a comer con los niños es la posibilidad de probar comida diferente, pero actualmente la variedad de menús infantiles en los restaurantes es escasa. Analizando los menús infantiles de los restaurantes, encontramos que en la mayoría de ellos se conforman de platos sencillos y económicos, de gran aceptación entre los niños, generalmente compuesto por pasta o sopa, y pollo (frito, empanizado, nuggets…) en su mayoría acompañado con papas fritas, rematando con refrescos o jugos altos en azúcar y de postre un helado. En muy pocos restaurantes es posible encontrar opciones más saludables como pescado (y si lo hay está empanizado) o fruta fresca como postre.
Como podemos ver, son una opción sabrosa, pero nada equilibrada. El menú para niños de los restaurantes se conforma por alimentos que se recomienda evitar por ser poco saludables, ya que son demasiado energéticos, ricos en grasas y azúcares. Desde la óptica nutricional, un menú infantil de restaurante es una auténtica "bomba" de energía. Se basa en alimentos de elevado índice glucémico, que se procesan rápido y se convierten en azúcar.
Está claro que los menús que actualmente sirven la mayoría de restaurantes para los niños, no corresponden con la alimentación equilibrada que necesitan para su sano desarrollo. El problema es que los menús infantiles están pensados principalmente, para que los niños no den problemas a sus padres y que estos puedan despreocuparse de que su hijo no quiera comer con ellos, además evitar partir los alimentos, pelarlos, quitar espinas, etc., asegurando que el niño coma tranquilo. Pero, frente a esta comodidad, surge el problema de los hábitos alimenticios.
Por todo esto, es fácil concluir que los inconvenientes superan a las virtudes. Si las comidas fuera de casa fueran esporádicas, el menú apenas tiene trascendencia. Sin embargo, cada día es más frecuente salir a comer a un restaurante. A pesar de que los niños más pequeños son conservadores y rígidos en sus gustos, el hecho de que apenas tengan variedad donde elegir les quita la oportunidad de probar alimentos con sabores y texturas nuevas y así poder adaptarse a la variedad de la dieta de los adultos.
Algunos establecimientos novedosos están enfrentando dicha situación y están dando un giro radical a lo que ofrecen a los niños; sus propuestas se conforman por platillos originales, saludables y suculentos, adaptadas al paladar y a la vista de los pequeños; comienzan a apostar por “alimentos sanos presentados de forma divertida, que incluyan siempre verduras y frutas”. Todo esto apoyado por muchos padres que buscan opciones saludables para sus hijos y que buscan “dejar de asociar opciones no saludables con lo que es divertido y está rico”.
Después de que varios restaurantes han realizado la prueba de ofrecer un menú más saludable, se encontró que el hecho de ofrecer opciones fáciles responde más a creencias equivocadas de los padres y los negocios que de los propios niños. Se ha encontrado que en la mayoría de casos, los niños aceptan de buena gana comer algo nuevo, y más si están en un restaurante, que ya de por sí es una situación diferente en la que suelen estar abiertos a experimentar. Dar a los niños la opción de decidirse por platos saludables es una experiencia mucho más educativa para el niño de lo que parece, y que los padres realmente aprecian. Y definitivamente, esto contribuirá positivamente a la valoración del negocio.
Por tanto, sí que es recomendable el menú infantil en la carta de tu restaurante, siempre y cuando incluya alimentos saludables y sea sencillo.
Tengamos presente que “un niño que aprende a comer correctamente durante la infancia (evidentemente siguiendo el ejemplo de la alimentación de los padres), tendrá una mayor probabilidad de mantener una dieta sana y equilibrada durante la adultez”. Por tanto, fomentar hábitos alimentarios saludables es la mejor herramienta de prevención de muchos trastornos y enfermedades.
Porque cuidar a nuestros niños es tarea de todos.
